El 1 de diciembre de 2022, Swiss Re Institute adelantó algunas cifras que dejaron las catástrofes naturales a lo largo del pasado año. Ahora, casi 4 meses después, ha publicado los datos definitivos y son algo peores de lo previsto. Finalmente, las catástrofes naturales provocaron pérdidas económicas mundiales por valor de 275.000 millones de dólares en 2022, de los cuales 125.000 millones estaban asegurados, unos 4.000 millones más que en 2021. De esta manera, se confirma que el 2022 ha sido el segundo año consecutivo en el que las pérdidas aseguradas han superado la barrera de los 100.000 millones de dólares. También, se ratifica una tendencia: un aumento medio anual de entre el 5% y el 7% de las pérdidas aseguradas en las últimas tres décadas.
«La magnitud de las pérdidas en 2022 no es reflejo de que se hayan producido riesgos naturales excepcionales, sino más bien de una mayor exposición de los bienes a estos riesgos, acentuada por una inflación excepcional», ha explicado Martin Bertogg, jefe de Riesgos Catastróficos de Swiss Re, que ha profundizado: «Aunque la inflación puede remitir, la creciente concentración de valor en zonas vulnerables a las catástrofes naturales sigue siendo un factor clave para el aumento de las pérdidas. Para nuestro sector, es una llamada de atención para reflejar este factor de exposición de forma aún más cuidadosa en las evaluaciones de riesgos, al tiempo que se sigue ayudando a la sociedad para que esté mejor preparada».
La inflación, que se ha disparado un 7% en las economías avanzadas y un 9% en las emergentes en 2022, ha provocado un aumento en el valor nominal de los edificios, vehículos y otros bienes asegurables, lo que ha incrementado las reclamaciones de seguros por daños causados por catástrofes naturales. Y todo indica que irá a peor en el futuro. «La tormenta económica no ha terminado y es probable que los tipos de interés tengan que seguir subiendo, dada la presión inflacionista existente. Esto significa mayores costes de financiación y, en consecuencia, es probable que los proveedores de capacidad aseguradora sigan siendo más cautelosos a la hora de desplegar capital por diversas razones, entre ellas la evaluación del riesgo y la experiencia de pérdidas. En nuestra opinión, a medida que aumente la exposición y baje el apetito por el riesgo, es probable que se mantenga la escalada de precios y que sigan subiendo las retenciones y el endurecimiento de las condiciones», ha precisado Jérôme Jean Haegeli, economista jefe del Grupo Swiss Re.
Principales catástrofes
Las pérdidas aseguradas se debieron en gran parte al huracán Ian, con diferencia el siniestro más costoso del año. Al tocar tierra en Florida en septiembre como tormenta de categoría 4, Ian provocó pérdidas aseguradas estimadas entre 50.000 y 65.000 millones de dólares. Después del huracán Katrina en 2005, Ian es la segunda catástrofe natural más costosa en pérdidas aseguradas según los registros de sigma, empresa que realiza este estudio para Swiss Re.
También ha contribuido el grupo de tormentas (Eunice, Dudley, Franklin) que azotaron en febrero de 2022 el noroeste de Europa, provocando pérdidas aseguradas combinadas de más de 4.000 millones de dólares, con lo que el total de esta categoría casi duplicó la media de los 10 años anteriores. Por su parte, Francia registró el mayor siniestro anual (5.000 millones de dólares) por tormentas de granizo.
Además, las pérdidas mundiales por inundaciones fueron superiores a la media en 2022, siendo el principal siniestro de este tipo el acaecido en el este de Australia en febrero y marzo, registrando unas pérdidas aseguradas de 4.300 millones de dólares, el mayor siniestro por catástrofe natural jamás registrado en Australia.
En el extremo opuesto, se produjeron graves sequías y olas de calor sin precedentes en todo el mundo. En Brasil, las cosechas, sobre todo de soja y maíz, fueron las más afectadas, con pérdidas aseguradas de 1.000 millones de dólares.
Apuntes sobre España
En España, las pérdidas económicas debidas a catástrofes naturales ascendieron a más de 7.544 millones de dólares en la última década, estando aseguradas alrededor de 3.222 millones.
Las inundaciones son las catástrofes más frecuentes y las que más pérdidas ocasionan. Solo las de 2019 causaron unas pérdidas de 2.055 millones de dólares, siendo la catástrofe más costosa de la década seguida de los 1.718 millones ocasionados por la borrasca Filomena.
«La frecuencia cada vez mayor de fenómenos meteorológicos extremos está presente en la Península Ibérica. Inundaciones, tormentas, granizos, olas de calor, incendios forestales y hasta volcanes en erupción han dado clara muestra de ello. También la alternancia de sequías e inundaciones repentinas son las dos caras de la misma moneda, ya que la tierra y el suelo endurecidos por la sequía tienen menos capacidad para absorber los siguientes episodios de lluvias torrenciales, lo que desencadena inundaciones repentinas. Si bien, en el caso concreto de España, los daños por inundaciones están cubiertos por el Consorcio. Contar con modelos predictivos cada vez más ajustados es fundamental a la hora de predecir todo tipo de catástrofes naturales y evitar sus daños», ha indicado Santiago Arechaga, CEO de Swiss Re Iberia.